miércoles, 27 de noviembre de 2019

INNOVACIÓN COMO MOTIVACIÓN


Podríamos generalizar y decir que nuestros alumnos no tienen ningún tipo de interés por las clases, que no se sienten involucrados para nada en la formación que se les está dando o que no saben muy bien para que les va a servir eso que les estás contando. 

Contamos con una sociedad cambiante y, por tanto, los alumnos que tenemos delante van a cambiar con ella. 

Ya no sirve “lo de antes” … 

El profesor tiene que perder el miedo y subirse al carro de la innovación para enganchar a sus alumnos, tan acostumbrados a estímulos e inmediatez constante. 

Claro ejemplo, no es lo mismo llegar a tu clase como profesor y mandarles a hacer una actividad del tipo: leeros el libro de texto, subrayad lo más importante y hacedme un esquema que, por ejemplo: plantearles un debate, ponerles un video de YouTube que esté relacionado con los contenidos o contarles alguna batalla para adentrarles en la materia.

Con esto no quiero decir que una clase deba estar planificada al detalle, ¡ni mucho menos! 

Considero que es un punto importante que el profesor prepare sus contenidos, que conozca a sus alumnos, que sepa que saben, que tenga claros los objetivos marcados, las actividades que va a utilizar para conseguirlo y los recursos que va a utilizar como material de aprendizaje, pero, quizá la idea más interesante para sacarle el máximo partido a una clase pueda ser que tenga un carácter flexible.

¿Por qué? Bien, flexibilidad e improvisación para que nuestros no desconecten, para hacerles partícipes del desarrollo de la clase.



Punto interesante también para tener en cuenta al preparar una clase y sus contenidos: la tecnología y las redes.
¡Estamos en la era de la digitalización y debemos aprovecharla! Nuestros alumnos pueden acceder en cualquier momento a cualquier contenido que necesiten así que creo que debemos utilizarlo a nuestro favor, utilizarlo como herramienta en clase y de esta forma también, aprovechar para enseñarles a hacer un uso responsable de esto. 

Para mí, lo más importante sería: preparar la clase con todas las herramientas útiles de las que dispongo y darles a los alumnos los recursos necesarios para que accedan a los contenidos y aprendan con ello, haciéndoles partícipes de su propio proceso de aprendizaje. 

martes, 26 de noviembre de 2019

Decisiones



Los caminos por los que discurren nuestras vidas son muy diversos y muy cambiantes. Cada decisión, por ínfima que parezca, puede cambiar tu día, tu mes, tu año o tu vida. Una persona no nace con la misión de ser médico, fontanero, banquero ni maestro. Son todas nuestras decisiones y sus efectos las que nos hacen ser quienes somos y nos hacen llegar donde llegamos. 

Cuando comencé la escuela tenía los sueños típicos de un niño. Ser futbolista, cantante, actor, astronauta, etc. Pocas veces esos sueños de niño acaban siendo realidad. A medida que crecemos, maduramos. Se van abriendo posibles caminos que te llevaran a un futuro u otro. ¿Qué optativas elegir en la ESO? ¿Estudio bachiller? ¿Qué bachiller estudio? ¿y ahora qué? ¿Mejor una Formación Profesional? ¿Y si trabajo? ¿Estudio una carrera? ¿Qué carrera es mejor? Estas y tantas otras preguntas van abriendo caminos muy diversos en nuestro futuro y cada respuesta que damos a cada pregunta significará quienes seremos el día de mañana. 

Todas las respuestas que he ido dando a tantas alternativas a lo largo de mi vida me han hecho llegar a donde estoy, me han hecho ser economista y ahora me han hecho estudiar para ser profesor. Eso es lo que quiero de mi futuro ahora mismo. Si pudiera preguntar a mi yo del pasado, al del colegio, seguro que una de sus últimas opciones seria ser profesor en un futuro, pero todo lo vivido desde entonces me ha hecho elegir ese camino que es el que ahora deseo tomar. 

En mi opinión, la enseñanza puede ser una vocación, pero la vocación puede aparecer en cualquier momento. Puedes tenerla con 8 años en tus primeros pasos, puede aparecer en el momento de elegir tu carrera, puede aparecer con 30 años o puede aparecer con 60 años. No importa cuando aparezca, lo importante es que aparezca. 

lunes, 18 de noviembre de 2019

Si quieres ser profesor, sé el mejor.

Cuando pensamos en un profesor, pensamos en alguien que vive bien, que va a clase, expone los contenidos, examina, y se va a casa. En cambio, la profesión de docente va más allá, puesto que es uno de aquellos trabajos que cuando sales del despacho o del centro, has de seguir trabajando.
Un buen profesor es aquel que se prepara cada clase, que lleva materiales dinámicos y diversos y que piensa formas originales de enseñar la materia.
Seguro que todos habéis tenido un profesor que año tras año repetía los mismos trabajos y los mismos exámenes con las mismas preguntas. Ese método resulta muy cómodo, pero lleva a que, en primer lugar, lo alumnos no aprendan puesto que se estudian simplemente las preguntas que van a salir en el examen, y en segundo lugar, que el no actualizar tus clases y tus formas de evaluar no favorece el aprendizaje de los alumnos en un mundo que va avanzando.

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Lo profesores debemos ser consecuentes con nuestra profesión, saber que influimos en miles de alumnos, y que tenemos el poder de, con una clase bien preparada facilitarles mucho la tarea, explicarnos mejor, o al menos, conseguir que no se duerman en clase.
Opino que una clase preparada dinámicamente, aprendiendo a través de juegos, o simplemente con una ficha y en parejas, puede favorecer enormemente el aprendizaje de los alumnos y motivarles a aprender la asignatura.
Por ejemplo, organizar una especie de trivial en grupos con los contenidos del trimestre motivará a los alumnos a estudiárselo bien, ya que el ganador, quizás, subirá medio punto en la evaluación trimestral. El profesor tiene que dedicar tiempo a preparar bien esa clase, pero opino que el aprendizaje y la motivación para los alumnos merecerá la pena.
En conclusión, si quieres ser profesor prepárate bien tus clases, verás que los resultados del trabajo llegan solos.